29 abr 2011

Preparando el viaje

A orillas del río Vltava (Moldava), se levanta la ciudad más importante de la República Checa. Praga, con su extensa historia y su especial ubicación entre oriente y occidente, ha desarrollado un carácter único, mezcla de culturas y tradiciones, que le confieren una armonía esencial y un escenario natural difícil de encontrar en otra ciudad del mundo.

Praga es sobre todo una ciudad viva donde se encuentra una cantidad considerable de teatros, salas de conciertos, espacios de exposiciones, museos y galerías. Praga es tan variada como cada uno de los visitantes desee y a todos los recién llegados les demuestra una de sus muchas caras mágicas.

La idea de viajar a Praga viene de lejos, hace mucho tiempo que habíamos hablado de la posibilidad de visitar esta monumental e histórica ciudad, pero siempre dejábamos nuestra visita para unas vacaciones en Semana Santa, que nunca llegaban, pero finalmente nos hemos decidido y este Abril visitaremos la capital del Reino de Bohemia.

Al igual que en el resto de viajes que hemos realizado con anterioridad, lo primero que hacemos, una vez decidido el destino, es buscar información sobre el mismo en los foros que más utilizo para ello, como son Los viajeros y Lonely planet aunque por supuesto hay otros muchos foros de viajes, pero estos son a nuestro entender los más fiables.

Praga al tratarse de una ciudad altamente visitado dispone de una importante oferta hotelera. Nosotros para este viaje decidimos reservar habitación en el hostal travellers perteneciente a la cadena de hostales y albergues Hostelling International. Este tipo de alojamientos ya los hemos utilizado anteriormente, en Islandia, Noruega y Amsterdam y suelen ser muy asequibles de precio, de buena calidad, y buen servicio. No ofrecen lujos, pero al menos dispones de una cama donde descansar.
En esta ocasión el alojamiento no está tan céntrico como nos hubiese gustado, por lo tanto tendremos que tirar del transporte público, que nos situará en el centro de la ciudad en 10 minutos.

Como ya imaginaréis existen distintas maneras de viajar hasta Praga, como son el tren, el autobús, el coche particular o el avión, que ha sido el medio de transporte elegido por nosotros, por ser la manera más rápida y cómoda de desplazarse, y que además si planificas con tiempo suficiente el viaje, no tiene por que ser la más cara.
 A través del buscador de vuelos Rumbo hemos reservado nuestro vuelo, las compañías encargadas de hacernos llegar a nuestro destino serán Lufthansa y Swiss.

Ruzyne, que es como se llama el aeropuerto de Praga, está situado a 17 km de la ciudad. El viaje desde el aeropuerto hasta el centro requiere alrededor de 20 – 25 minutos o unos 55 minutos en transporte público. Desde el aeropuerto hay diferentes formas de acercarse hasta la ciudad, tren, autobús, taxi o incluso existe la posibilidad de alquilar un coche con chófer. Esto último lo ofertan en multitud de webs con información sobre Praga, y por unos 48 euros te ofertan el traslado aeropuerto-hotel-aeropuerto.

Algo que siempre comento, que es imprescindible, es una buena guía sobre la ciudad. En esta ocasión nosotros nos hemos decidido por la de Lonely Planet. Entre otras cosas porqué además de traer mucha información sobre los lugares a visitar, también trae mucha información sobre excursiones a ciudades cercanas a Praga. Pero por supuesto, existen muchas más en el mercado, y la de National Geograpich también tenía muy buena pinta, aunque disponía de menos información respecto a hoteles, y restaurantes, pero sobre gustos....

Desde este momento, ya solo queda buscar información en la red y empezar a disfrutar del viaje.