25 abr 2011

Cuarto Día 24 de Abril - Praga

Folleto Terezín
Hoy sabíamos al levantarnos que teníamos un día largo por delante, pero lo que no sabíamos es que sería tan largo gracias a la amabilidad de los Checos, sí llego a saber cómo empezaría el día no me levanto de la cama, ¡Dios que locura!
Nuestra idea es ir al campo de concentración de Terezín, pero apunto hemos estado de no poder ir. Y eso que hemos madrugado para no tener problemas con los horarios del tren, porqué ayer no nos quedo muy claro este tema, y la muchacha de la recepción tampoco sabía mucho, yo creo que no sabía mucho ni de esto ni de ningún otro tema, porqué tal y como nos rebuznó la respuesta me dio que no fue la más lista de su clase.  Para las 8 de la mañana ya estábamos desayunados y listos para salir a la aventura de coger un tren a Terezín. Creo que el Doctor Livingston no tuvo ni la mitad de problemas que nosotros.

Entrada Terezín
Nos ponemos en marcha en busca de la estación de tren, que según la muchacha está a 10 minutos del hostal, 30 minutos después de salir del hostal llegamos a la estación de tren. Después de estar peleando con la mujer de información durante un buen rato, sobre todo era amabilidad la señora, lo único que conseguimos que nos diga es que ella no vende los billetes y que quizás los vendan en la estación de autobuses. ¿Pero si nos dijeron que se podía ir en tren? en fin, viendo que la mujer no estaba por la labor de ayudar, nos vamos a la estación de autobuses. Otros 20 minutos de pateada para llegar hasta la estación, para que se repita la misma historia. La muchacha de información nos dice que los autobuses no salen desde allí, que tenemos que ir a otra estación de autobuses, ¿qué?¿pero cuantas estaciones tiene esta ciudad?. Pero en esta ocasión hemos tenido suerte la estación esta tan solo a dos paradas de metro...que simpáticos son estos Checos, ¡la madre que los..!

El trabajo te liberará
Cuando pensábamos que nuestro reto aventurero había llegado a su fin, una taquillera nos dice que el bus que  nos debe llevar a Terezín no se coge allí, que debemos ir al andén de en frente. PUES CLARO como hemos podido ser tan torpes y no darnos cuenta, sobre todo porque el "en frente" al  que se refiere la amable señora está a 10 minutos andando, tenemos que cruzar una variante y todo.
Pero finalmente hemos conseguido llegar, ¡prueba superada! lo que la muchacha de la recepción nos digo que eran 10 minutos se ha convertido en una excursión por Praga de casi dos horas.
Así que para futuros viajeros interesados en visitar Terezín, tomar nota, el autobús sale desde la estación de autobuses interurbanos situada al lado de la parada de metro de Florenc.

Lo mejor de todo es que aún no tenemos los billetes, puesto que no los venden en las taquillas, o los compras en el autobús en una de las muchas agencias que hay en el centro de la ciudad, pero que se llevan una comisión por vendértelo. Hemos hecho pacientemente cola hasta que ha llegado el autobús, al que hemos subido en una organización española perfecta, ¡Sálvese quien pueda! 
Literas
Hemos conseguido subir de los primeros, y hemos esperado pacientemente a que se llenara el autobús para irnos, han ido subiendo de uno en uno, 50,51,56,65,70... ¿joder, en este autobús cuantos cabemos? ¿esto qué es para que nos vayamos ambientando, irá incluido en el billete? hemos subido todos los que estábamos esperando en la parada, los que hemos tenido más suerte hemos ido sentados y los que no han tenido suerte como Fernando y Lola se han tenido que meter los 60 km de distancia de pie. 
El trayecto finalmente ha sido más llevadero de lo que inicialmente parecía, ¿pensarán lo mismo Fernando y Lola? Fernando y Lola son una pareja de Madrileños que hemos conocido en el autobús y con los que hemos pasado todo el día, ha sido muy agradable conocerles.

Terezín fue un campo de concentración que no de exterminio (aunque el no vestirlos y no darles de comer ayudó un poco para que se muriesen la mitad de ellos) que los Nazis construyeron en la antigua Checoslovaquia. El baluarte  fue construido en 1780 con el objetivo de impedir la entrada del enemigo, y curiosamente es más conocido por las personas que no pudieron salir. Terezín se convirtió en un siniestro centro de detención para los judíos de camino a los campos de exterminio. La pequeña fortaleza de Terezín fue construida a finales del siglo XVIII como parte de una fortificación mayor. Casi desde sus inicios fue utilizada como prisión. En 1940 se transformó como cárcel de la Gestapo.

Terezín está dividido en dos partes, la fortaleza grande y la pequeña. La primera fue un Gueto judío donde vivieron más de 150.000 judíos y, la segunda, fue el campo de concentración que hoy se puede visitar. En él muchos judíos murieron y otros muchos fueron enviados a los campos de exterminio.
Junto al parque que hay nada más entrar al pueblo encontraras el museo del Gueto. Aquí puedes ver distintos artilugios nazis, trajes de la época, fotos y demás cosas, pero lo que más llama la atención son los dibujos que los niños prisioneros pintaron durante su reclusión.

Yo que pensaba que ya no me podían pasar cosas más raras en el día estaba equivocado. Nada más llegar a las taquillas ¡Zas! sorpresón. A la hora de pagar las entradas, 450Kc por los dos, he soltado la tarjeta de crédito como si de un vulgar millonario, que no lleva dinero suelto, hasta aquí todo lógico ¿no? pues NO, aquí en Chequia no. Con la amabilidad Checa la tía de la taquilla me esputa (aquí no hablan) ¿eres estudiante de algo?...¡sí con 38 años soy estudiante de la vida, no te jode! pues entonces tienes que pagar con cash. Os podéis imaginar mi careto, ¿que tengo que pagar con efectivo? y ¿sí soy estudiante puedo pagar con tarjeta? aun hoy no llego a entender esto, que demonios tendrá que ver ser estudiante con poder pagar con tarjeta de crédito, que difícil es pagar con tarjeta en este país.
Con la entrada completa se puede entrar al campo de concentración, a los barracones, al museo del Gueto, al cementerio y al crematorio. Esta última parte se encuentra fuera de la fortaleza grande y será una de las imágenes más impactantes del viaje. Eso sí deberás pagar 50 Kc para poder sacar fotos dentro. A mí porque me vieron la cámara, pero hubo gente que llevaban las cámaras guardadas y no pagaron, aunque sacaron tantas fotos como yo.
Con la entrada no os entregarán un plano, pero en la tienda de recuerdos venden un pequeño folleto por 5 Kc, que está muy bien y que os resultará muy útil, ya que el tamaño de Terezín es bastante grande y está todo separado. Después de todo por lo menos me podía a ver sonreído la tía, que ni eso.


En el campo de concentración hemos visitado los barracones, los patios, las celdas y otras habitaciones. Existe un túnel subterráneo de casi un kilómetro por el que iban los reclusos, el recorrido es muy interesante pero a la vez es angustioso y se hace algo largo.
La visita ha ido genial, además de ser muy interesante en el aspecto histórico, también ha servido para pensar en lo que actualmente está padeciendo el pueblo Palestino de manos de los Israelitas. No sé pero me da que muy rápido se les ha olvidado lo que ellos sufrieron, ¿es que esta gente no aprendió nada entonces?


Hemos terminado la excursión a las 15:30, y aun estamos sin comer, hemos estado más de tres horas seguidas pateando. En resumen, buena visita, buena compañía y buen día. Ha merecido la pena la aventura de venir hasta aquí.


Por suerte la vuelta a Praga la hemos hecho los 4 sentados, en esta ocasión han venido dos autobuses, ya sabes, Checo prevenido vale por dos. Sobre las 5 de la tarde hemos llegado a Praga, pero esto no significa que nuestra aventura haya terminado, ya que el destino aún nos tenía reservada una sorpresa, al menos en esta ocasión teníamos testigos, no vayáis a pensar que nosotros somos los raritos. Al llegar a la estación de metro hemos podido comprobar de nuevo lo agradable que es el carácter Checo, no sé, me da la impresión que se han conjurado todos los Pragueses contra nosotros, y quieren que nos volvamos a Pamplona pensando que todos los Checos son unos impertinentes. ¡Pues no lo van a conseguir! solamente porque de los 16 Checos con los que he topado 14 sean bordes no quiere decir que todos los sean, no señor. Seguramente ha sido cuestión de mala suerte. 
Celdas
Bueno como decía, al ir a pagar los 4 billetes de metro a las máquinas expendedoras hemos visto que había mucha cola, y la gente miraba con cara rara las máquinas, y claro hemos pensado, ¿por que será? pues muy fácil, las cuatro máquinas estaban estropeadas y nos devolvían el dinero, pero del ticket ni rastro. Después de intentarlo en varias ocasiones, hemos pensado que lo mejor sería ir directamente a la taquilla y sacarlos allí. Después de intentar que la señora de la taquilla nos vendiese los tickets, nos hemos empezado a desesperar. Según ella, teníamos que cogerlos en la taquilla, ¿Cómo? ¡si está estropeada! Finalmente la señora se ha dignado a salir de su garita e ir a mirar las máquinas. Y efectivamente la señora ha podido comprobar que no estamos locos ni que le hemos estado dando a la absenta. Perfecto ya parece que hemos solventado el problema, ya vuelve la señora con unos tickets en la mano. ¿Pero que coño....? lo que traía en la mano eran unas pegatinas para poner en la máquina y advertir que están estropeadas, pero ni rastro de los tickets. La señora, muy simpática ella, se vuelve a meter en la garita y no nos hace ni caso. Esa ha sido toda la solución que ha buscado la amiga nuestra.
Así que como no tenemos intención de pasar la noche en la estación de metro, no nos queda otra solución que COLARNOS, y no una, no hasta en tres ocasiones lo hemos tenido que hacer. 


Por fin, ahora sí, ya hemos llegado a la parada de Mustek en el centro. Aquí es donde nos despedimos de Fernando y Lola, seguramente no olvidarán fácilmente esta excursión, nosotros tampoco. Ellos deciden ir a comer, porqué Fernando ya está famélico, después tienen que coger un vuelo destino Barcelona, para ellos han acabado las vacaciones, hasta pronto compañeros, un placer.
Nosotros decidimos ir a tomar algo, a estas horas ya no nos apetece comer, así que nos metemos en una cafetería y nos pedimos un batido, un café y dos trozos de tarta, que aún no la hemos probado y la repostería Checa tiene buena fama. Hemos aprovechado este rato para descansar en unos cómodos sillones y para escribir parte de este blog. Salvo el rato de los autobuses y el rato que hemos estado sentados en el cine del campo de concentración, no nos hemos sentado en todo el día, y estamos un poco cansados ya.



Hoy es nuestro último día en Praga, mejor dicho, nuestra última tarde, mañana nos iremos pronto por la mañana. Por tanto decidimos pasear tranquilamente por el barrio de Stare Mesto, la zona más turística y comercial de la ciudad, pero a la vez la más bonita. Como nos ocurre en todas las vacaciones, son nuestras últimas horas en la ciudad y no hemos comprado ningún recuerdo aún, y yo quiero llevarme una marioneta. Esto es lo que más odio de los viajes, las compras. Y por supuesto, al final me llevo una marioneta, y una botella, pequeña, de absenta, faltaría más.


Cuando paseas tranquilamente sin ninguna prisa, y sin tener que ir a ver algo interesante, la tarde parece más larga, pero es mucho más agradable. Para cuando nos hemos querido dar cuenta, ya era la hora de cenar, además hoy como no hemos comido, el estómago ha empezado a quejarse antes, y como no es cuestión de saltarse también la cena, hemos buscado un lugar donde disfrutar de otro delicioso manjar Checo, que de esto sí que saben.


Al parecer hoy debía ser el día nacional de la amabilidad y yo  no me había enterado. De nuevo nos ha tocado el Checo más simpático del bar. Hemos decidido cenar en la cervecería Lokál, que está justamente al lado del hostal y sirven unas cervezas buenísimas. Al entrar le hemos preguntado al camarero si podíamos cenar, y el tío nos ha invitado a sentarnos en una de las mesas. Hasta aquí todo normal, el problemilla a surgido cuando ha venido la camarera para decirnos que la cocina estaba cerrada y no podían darnos de cenar. ¿pero si son las 9.30 de la noche? y tu compañero nos ha dicho que nos sentásemos aquí.
Después de hacer una mala leche que no os imagináis, Nerea se ha acercado al camarero para darle las gracias por su espléndida atención.


Tras estar buscando otro sitio donde cenar, hemos dado con un restaurante en el barrio judío, cerca de la sinagoga española que tenía muy buena pinta. El restaurante era muy acogedor, todo de madera, con música jazz a un volumen que permitía hablar y escuchar la música, que creaba un ambiente muy bohemio, como no podía ser de otra manera.  Y aquí sí que por fin hemos dado con unos Checos amables y simpáticos. Nos han atendido tres camareros diferentes y los tres muy agradables, incluso sabían sonreír, sobre todo cuando yo he tomado el chupito de absenta, 70% que tiene el licor de marras. Pero estaba buena la jodida. Pero antes, nos hemos pedido una ensalada francesa y pato con chucrut, remolacha y una especie de pasta de patata. Ha sido una cena fantástica, además las raciones en Praga suelen ser generosas, así que nos hemos quedado bastante saciados. Por supuesto y como no podía ser de otra manera la cena ha estado regada de una buena cerveza Checa, lo contrario habría sido sacrilegio. Unas fresas caramelizadas han servido de postre. Y como os hemos comentado antes, para poner un buen colofón a nuestra visita a la capital de Chequia nos hemos tomado un par de chupitos de absenta. Alegría.
Absenta
Después del primer trago, no me he atrevido a abrir la boca, tenía un par de velas demasiado cerca y temía que pudiese originar un incendio. Mi madre, que lingotazo de alcohol puro me acabo de pegar.

Con esta agradable velada ponemos fin a nuestra escapada a Praga, capital del reino de Bohemia, un lugar encantador que bien merece una visita, pese a los Checos.